Botija perulera sin vidriar, sin decoración ni marcas, destinadas en el S.XVI al almacenamiento de vinos, aguardientes o aceites para su traslado por barco desde Sevilla hasta las Americas terminando normalmente su trayecto en Perú por eso su nombre. No tienen asas y su boca este única al cuerpo sin cuello, son de barro blanco o rojo y muchas están vidriadas en blanco por el interior o en verde por el interior y exterior, se mantienen en nuestros días gracias a haber formado parte del embovedado de Iglesias, graneros y casas palaciegas.
Medidas: 55.00 de altas, 34,00 cmts. de anchas por la parte que mas, la base empieza de cero.
Nº 2.905