Cántaro de Carmona (Sevilla) de barro blanco con un solo asa que va desde la boca hasta los hombros, se aprecia claramente la forma ruda propia de la zona. La actividad alfarera en Carmona se remonta al neolítico y persiste en época romana y árabe, como se ponen de manifiesto en las botijas expuestas en el museo de la ciudad. Hay constancias que en el año 1559 existen las ordenanzas de barreros en Carmona y por los restos aparecidos en las restauraciones de las bóvedas de la iglesia del convento de San José.
Medidas: 36,00 ctms. de alto, 30,00 ctms. de ancho, 9,00 ctms. de boca y 10 ctms. de base.
Nº 3.118